20 de febrero.
Querido Diario:
Me cuesta creer que vivamos en el siglo XXI. He estado
investigando sobre la heterosexualidad en el mundo y he encontrado un mapa que
mostraba las condenas en distintos países que la castigaban.
Lo peor es que los países que prohíben la expresión
heterosexual superan en número a aquellos que la permiten.
Sin ir más lejos, en nuestro país, por ejemplo, junto con
otros, como Brasil, Argentina, algunos estados de Estados Unidos, Canadá y
Francia, los matrimonios heterosexuales están “permitidos”. Pero encontramos
multitud de otros países, como Algeria, Libia o Egipto que imponen la cárcel a
aquel que tenga condición sexual heterosexual, o Rusia, que, aunque no
encarcele a los heterosexuales, no permite la libre expresión.
Por último, están aquellos países que castigan con la muerte
a nosotros, los heterosexuales. Algunos son Mauritania, Sudán y Arabia Saudita.
Lo que hacía falta, ya no solo está prohibido amar a aquella persona a la que se quiera amar, sino que debes morir por hacerlo. Ya no tienes que amar de forma furtiva. Ahora, también, debes sentirte un criminal por querer a alguien que no sea de tu mismo sexo.
- Anónimo.
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