jueves, 26 de febrero de 2015

Querido Diario: La heterosexualidad en el reino animal.

26 de febrero.

Querido Diario:
La heterosexualidad existe en el mundo animal y aparece tan extendido como en la especie humana. Entonces, ¿por qué la heterofobia tan solo tiene lugar entre nosotros, los humanos? Los que no sepan interpretar un mensaje indirecto me dirán que esto se debe, simplemente, a que la capacidad de razonamiento solo la saben utilizar los humanos (aunque esto también es discutible), pero quien haya captado bien el mensaje no necesita más explicación. Si tú, lector o lectora, perteneces a estos últimos, sigue leyendo.

Algunos afirman que los comportamientos heterosexuales sí existen entre los animales, pero que no se puede hablar de “heterosexualidad” como tal, sino de “condición bisexual”.


Por ejemplo, el comportamiento heterosexual entre los macacos japoneses es muy común, sobre todo entre las hembras. El albatros de Laysan forma parejas heterosexuales cuando los de su mismo sexo no alcanzan para criar a los polluelos. Asimismo, en los bonobos, las relaciones sexuales cumplen funciones que van más allá de la propia reproducción, siendo también bastante común comportamientos heterosexuales.

En conclusión, se ve que los animales nos superan en inteligencia (o, al menos, en tolerancia) en cuanto a este tema. Entre los animales, no existe el rechazo a ciertos comportamientos como es el de la heterosexualidad y, sin embargo, en nuestra aparentemente avanzada sociedad del siglo XXI, muchas personas rechazan la aceptación y no toleran que haya gente con opiniones distintas, mucho más "graves" cuando se refieren a la condición sexual. Esto se puede interpretar como el gran miedo a aquello que se desconoce, típico en los más cobardes.

- Anónimo.

viernes, 20 de febrero de 2015

Querido Diario: El castigo por ser diferente.

20 de febrero.

Querido Diario:
Me cuesta creer que vivamos en el siglo XXI. He estado investigando sobre la heterosexualidad en el mundo y he encontrado un mapa que mostraba las condenas en distintos países que la castigaban.


Lo peor es que los países que prohíben la expresión heterosexual superan en número a aquellos que la permiten.


Sin ir más lejos, en nuestro país, por ejemplo, junto con otros, como Brasil, Argentina, algunos estados de Estados Unidos, Canadá y Francia, los matrimonios heterosexuales están “permitidos”. Pero encontramos multitud de otros países, como Algeria, Libia o Egipto que imponen la cárcel a aquel que tenga condición sexual heterosexual, o Rusia, que, aunque no encarcele a los heterosexuales, no permite la libre expresión.



Por último, están aquellos países que castigan con la muerte a nosotros, los heterosexuales. Algunos son Mauritania, Sudán y Arabia Saudita. 


Lo que hacía falta, ya no solo está prohibido amar a aquella persona a la que se quiera amar, sino que debes morir por hacerlo. Ya no tienes que amar de forma furtiva. Ahora, también, debes sentirte un criminal por querer a alguien que no sea de tu mismo sexo.


- Anónimo.

jueves, 19 de febrero de 2015

Querido Diario: Cómo salí del armario.

19 de febrero.

Querido Diario:
He decidido contarles a todo el mundo que soy diferente, que me gustan los del sexo opuesto (todo un escándalo, por lo visto).

Entre las reacciones he encontrado un poco de todo. Mis madres se lo han tomado bastante bien, ellas siempre han sido de mente abierta. Además creo que ya se olían algo, ya que nunca he llevado a un chico a casa. Pero cuando se lo he contado a algunos amigos, parecía que había dejado de ser el de siempre, el de ayer mismo, para convertirme en alguien totalmente diferente, digno de una condena al ostracismo.

Pero, por suerte, esta ha sido la minoría. Muchos de mis amigos de toda la vida se lo han tomado bastante bien.

En realidad, lo digo como si fuese algo que se pudiese tomar mal. ¿Acaso tengo que pedir permiso para amar a una determinada persona? No lo creo. Todos nacimos libres y mi libertad me permite escoger a quién quiero amar. Aunque, realmente, tampoco es algo que yo haya decido escoger, simplemente vino y yo lo dejé entrar.

Creo que no hay mucho más que contar.

- Anónimo.

viernes, 13 de febrero de 2015

Querido Diario: La sociedad en la que vivo.

13 de febrero.

Querido Diario:
La sociedad en la que me ha tocado vivir no es justa. Es una simple conclusión. Y como yo formo parte de esa sociedad, no puedo criticarla sin criticarme a mí mismo. Pero vamos a generalizar.

Vivo en una sociedad que se mueve por lo que los que están arriba dictan. Ellos nos dan libertad, pero nos dicen cómo usarla. Es una sociedad un tanto rara, donde lo que no es normal es malo y solo puedes encajar si entras dentro de un determinado patrón.

Y aquí es donde entro yo. Hace tiempo me di cuenta de que era diferente y creo que los demás también han empezado a notarlo. De hecho, estoy seguro. Veo a todas esas parejas de chicos y de chicas besándose en el instituto, en el parque, en la cafetería... Y a mí esta idea no me atrae. No entiendo por qué no quiere atraerme, porque se supone que es lo normal, pero no lo hace y he decidido aceptarlo. Pero, ¿lo aceptarán los demás? Sinceramente, no lo creo. Los que ya sospechan algo acerca de este... ¿problema?, ya comienzan a mirarme raro. Parece que soy un bicho raro.

En la sociedad de la que te hablo, querido Diario, a la gente le encanta clasificar a los demás. Es necesario llevar una etiqueta que cuelga de ti y que dice cómo eres, al parecer. A los que son como yo ,nos llaman con una palabra que parece que no conlleva a nada, a simple vista. Pero, en realidad, cuando la pronuncian parece que tienen veneno en la boca y necesitan escupirlo.

En mi sociedad, a los que son como yo se nos llama "heterosexuales".

- Anónimo.